Escribía hace unos días antes de la final contra el Sevilla, que tenía mis serias dudas respecto a la recuperación completa de Cristiano Ronaldo. Y que en mi opinión tenia que estar una temporada entrenando con el equipo a ritmo normal y compitiendo sin problemas para valorar definitivamente el estado de su tendinopatía rotuliana. Y una vez más el tiempo me ha dado la razón. Ayer en el descanso del partido contra el Atlético de Madrid, sorprendió a todos la decisión de la sustitución del jugador. Pero si hacemos un análisis objetivo, Ronaldo lleva sin entrenar a tope, como siempre lo ha hecho, muchos meses. La última parte de la liga, la preparación del mundial y este pretemporada, las cargas de trabajo han sido leves y totalmente controladas. El resultado final es doble, por un lado sigue sin estar resuelto el tema de su tendinopatía y por otro lado su estado físico es lamentable. Ayer, se le vio diez minutos y al cabo de los cuales desapareció completamente del partido. Personalmente soy admirador de Cristiano Ronaldo. Es uno de los profesionales más grandes que existen en el fútbol actual. Pero su rodilla no está bien. Y mientras no se cure definitivamente, los parches lo único que van a hacer es deteriorar la categoría del jugador disminuyendo considerablemente el rendimiento deportivo. Y al ser un jugador tan importante está provocando un auténtico cataclismo en el seno del estamento físico-médico del club.

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