Escribía hace un par de años que el modelo de los servicios médicos del Real Madrid con una aseguradora médica no era funcional para un equipo profesional. El tiempo me ha dado la razón. Sanitas es una de las aseguradoras médicas de más prestigio para la atención médica de sus asegurados. Pero la de los deportistas de élite es otra cosa. El Real Madrid, en vez de gastar dinero en los servicios médicos, quiere obtener beneficios económicos con la contratación médica. Eso es incompatible con la funcionalidad y eficacia que un equipo como el Real Madrid necesita.

Los cambios constantes generan desconfianza en la plantilla. Un jugador no puede visitar a médicos diferentes, de distintos países, por una determinada lesión de cadera o rodilla. Esa circunstancia alarga los tiempos de recuperación y afecta al rendimiento deportivo. La eficacia y los resultados nacen en gran medida de la confianza entre médico y jugador. Y eso no se gana con el cambio constante. Florentino es un gran presidente, sus empresas funcionan de maravilla, pero el tema médico es su asignatura pendiente. En medicina, la humildad y la prudencia son fundamentales. Los asesores que cultivan la vanidad, la prepotencia y el amiguismo, son enemigos del buen consejo. Y esto se lo dice un amigo desinteresado, presidente.

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