Los tendones peroneos, lateral corto y lateral largo, discurren por el lateral del tobillo por detrás del maleolo peroneo y terminan insertándose en el pie. Son fundamentales para la estabilización dinámica del tobillo. Su luxación traumática suele producirse por un traumatismo directo y a veces de forma indirecta por una fuerte torsión del tobillo, que rompe el retináculo que envuelve a los tendones, provocando la luxación de los mismos hacia la parte anterior del peroné. Sea cual sea la causa, lo cierto es que se trata de una lesión poco frecuente en el deporte.
La mayoría de las veces en la fase aguda suele tratarse mediante tratamiento conservador, con inmovilización con bota ortopédica por un mínimo de dos semanas y posteriormente tratamiento de rehabilitación, pudiéndose alcanzar las seis semanas para su recuperación. Sin embargo, este tipo de tratamiento conservador, puede tener un fracaso de hasta un cincuenta por ciento, teniendo que recurrir entonces a la cirugía endoscópica generalmente, para reparar el retináculo roto y evitar de nuevo la luxación recidivante de los perineos. Si es una luxación de los perineos traumática, estamos ante una lesión de larga duración.
Consulta el artículo en el Diario AS: Luxación de los peroneos de Bale
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