Al final Gareth Bale, tras consultar con sus médicos de confianza en Londres, ha decidido operarse con el Dr. Calder.
Ya dijimos ayer que había dos alternativas a esa lesión: un tratamiento conservador y otro quirúrgico. Dado que el tratamiento conservador puede tener un índice de fracaso del cincuenta por ciento, el jugador ha optado por el tratamiento quirúrgico.
Una vez operado, deberá permanecer inmovilizado y en descarga durante un periodo de tiempo variable según técnica quirúrgica, que puede oscilar de dos a tres semanas. Posteriormente, carga progresiva, conjuntamente con tratamiento de fisioterapia y electroterapia en sus diferentes modalidades, de tal forma que en dos meses aproximadamente el jugador esté ya en condiciones de participar en la dinámica del equipo en cuanto a la parte física. A partir de ahí, el tiempo que tarde en reaparecer va a depender de las molestias residuales, del umbral del dolor y de la capacidad del jugador.
Pero lo que realmente me sorprende, es que el jugador tenga que irse a operar fuera de nuestro país. En Madrid, hay traumatólogos suficientemente capacitados para llevar a cabo la operación como los doctores, Monteagudo o Leyes que ya han demostrado en casos como Modric, entre otros, que en medicina deportiva estamos a la altura de cualquiera país puntero.
Consulta el artículo en el Diario AS: Bale será operado de su luxación de peroneos
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