En un artículo publicado recientemente hablábamos de Qué es el Síndrome Miofascial y los puntos gatillo. En este entraremos a detallar las distintas fórmulas que hay para tratarlos:
Síndrome Miofascial: El tratamiento de los Puntos Gatillo
Existen diversas fórmulas para tratar los Puntos Gatillo:
- El masaje descontracturante, que puede producir una sensación agradable de dolor. Nunca un dolor intenso, que podría agravar el cuadro clínico.
- La digito-presión, o presión mantenida.
- Los estiramientos, tanto del músculo agonista como de los antagonistas.
- Crioterapia seguida de estiramientos.
- La punción seca, tanto superficial como profunda.
En ocasiones suele ser también beneficioso y práctico el automasaje, realizado por uno mismo. Sin embargo, hay determinadas zonas en las que es difícil acceder para producir un masaje prolongado. En estos casos pueden utilizarse determinados artilugios.
El tratamiento de los Puntos Gatillo mediante punción seca
La punción seca es un tratamiento eficaz en algunos casos muy concretos.
Consiste en la introducción de una aguja, como agente físico, con el objetivo fundamental de producir un estímulo mecánico sobre el Punto Gatillo.
Existen dos tipos diferentes de punción seca:
- Punción seca superficial, cuando la aguja no llega al tejido muscular. Atraviesa la piel y llega al tejido celular subcutáneo, aproximadamente 1 cm (técnicas de Fu y Baldry).
- Punción seca profunda, cuando la aguja llega y a veces atraviesa el punto gatillo. Entrada y salida rápida de la aguja (técnica de Hong).
Una vez dentro la aguja, se puede estimular el músculo de varias formas, entre ellas, haciendo pequeños movimientos rotatorios con la aguja o introduciendo y sacando la aguja repetidas veces.
Después de la punción seca, es conveniente realizar diferentes técnicas para mejorara el resultado, como pueden ser:
- Aplicación de crioterapia, bien mediante hielo o spray.
- Estiramientos del músculo agonista y antagonista.
- Masajes y movilizaciones.
La punción seca se basa en estudios neuroanatómicos del sistema músculoesquelético y nervioso. Si bien no existen estudios científicos importantes que avalen dichas teorías.
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