Cuando en el transcurso del partido Iniesta solicitó el cambio, a más de un aficionado le cambió la cara. Y no era para menos. Es un jugador carismático y pieza básica en el engranaje de nuestra Selección. Las pruebas médicas realizadas ayer nos indican que hay un edema en el músculo semimembranoso derecho, pero que afortunadamente no hay signos radiológicos de rotura muscular. A priori se trata de una lesión leve, que en una semana tiene que estar totalmente recuperada. Sin embargo, en el caso de Iniesta, yo procuraría ser más cauteloso y no forzaría en los entrenamientos, ya que es un jugador que este año ha presentado diversos episodios musculares con una carga psicológica acompañante importante, y este edema actual puede terminar provocando una rotura muscular, lo que sería su adiós al Mundial.
La temporada ha sido muy intensa, el descanso ha brillado por su ausencia y de nuevo al trabajo para preparar el Mundial. Entrenamientos, partidos amistosos, viajes constantes, alteraciones del ritmo circadiano, de los horarios de las comidas y un largo etc, comportan también una importante carga de trabajo, que en nada favorecen la prevención de las lesiones. Y estas son las causas reales de tantos lesionados que está habiendo en esta fase previa del Mundial. Así pues, cautela con la recuperación.
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