La sepsis es un proceso infeccioso relativamente frecuente y que, desgraciadamente en ocasiones, termina produciendo la muerte del que la padece. Se trata de una infección bacteriana que invade el torrente sanguíneo y termina afectando a todo el organismo. En una persona de 43 años, sano y deportista, es realmente inexplicable o muy difícil de entender que se haya producido una sepsis de evolución mortal en tan corto espacio de tiempo.

Las vías de contagio prácticamente son las mismas para la infección vírica y para la bacteriana. En ambas se produce una fiebre alta, pero en el contagio vírico suelen remitir los síntomas con un tratamiento adecuado. Sin embargo, en el caso de la infección bacteriana, si el paciente no responde bien al tratamiento antibiótico, puede terminar con su vida. La vía de entrada de una infección como esta puede llegar a través de una herida o de un contagio por las gotitas de saliva que expulsa otra persona (al toser, por ejemplo) que está infectada.

En todo caso, debemos de ser cautos a la hora de establecer las causas del fallecimiento. Es de suponer que le realizarán una autopsia para poder determinar con mayor exactitud cuál fue la causa de su muerte. Porque no es normal que una persona joven, a la que se le suponen unas defensas orgánicas normales, pueda contraer una infección de esta índole.

Consulta el artículo en el Diario AS: http://opinion.as.com/opinion/2010/09/04/portada/1283626568_850215.html