El domingo pasado Stephen Curry resbaló en el transcurso del partido de baloncesto, torciéndose la rodilla derecha. Tras exploración clínica y estudio mediante resonancia magnética fue diagnosticado de esguince grado I de rodilla derecha. Se trata de una lesión leve, que en pocos días permite al jugador correr en línea recta sin problemas aunque con ligeras molestias.
El pronóstico en cuanto a tiempo para un deporte como el baloncesto puede oscilar entre dos a tres semanas. Ahora bien, Curry se encuentra en un momento dulce de juego y deseoso de batir records, motivo por el cual es posible que este próximo domingo pueda jugar con el soporte de una buena rodillera. Si lo hace, será con molestias soportables, que le pueden durar incluso más de un mes, lo que no le impedirá rendir al mismo nivel que lo hacía antes de la lesión.
Esta lesión no tiene tanta repercusión en el jugador de baloncesto como en el de fútbol, donde el golpeo del balón con el pie provoca dolor incapacitante.
Consulta el artículo en el Diario AS: Lesión de Curry. Esquince de rodilla
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