Özil tuvo que ser sustituido en el transcurso del último partido contra el Málaga tras lesionarse en la disputa de un balón en los últimos minutos del choque. Los gestos de dolor y su posterior retirada hicieron temer un mal pronóstico de su tobillo derecho. En principio cundió la alarma al tratarse de un jugador que, en estos momentos, es básico en el esquema de juego del Madrid, ya que las molestias eran intensas. Pero después de la exploración clínica y estudios radiológicos realizados en la clínica Sanitas La Moraleja, se ha podido comprobar que la lesión no es tan importante y que se trata de un esguince leve. Lo más normal es que si la evolución es como esperan los servicios médicos del Real Madrid, el jugador esté en condiciones de disputar la final de Copa contra el Atlético de Madrid.

En principio se pensó que podía estar afectada la sindesmosis, pero los estudios que le han realizado ayer han demostrado que no es así y que afortunadamente la lesión es leve, con lo que a falta de siete días para disputar la final podemos decir que todo ha quedado en un simple susto. Con un par de días de reposo y el adecuado tratamiento de los magníficos fisioterapeutas del club, el jugador estará en plenas condiciones para poner todo su potencial de juego en la interesantísima final de la Copa que con tanto interés esperan los aficionados del Madrid y el Atleti.

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