Un mes después de su reaparición, Canales ha vuelto a romperse de nuevo el injerto del ligamento cruzado anterior operado. Y al igual que Rossi, el jugador del Villarreal, que también se rompió la plastia a los seis meses, deberá volver a pasar por el quirófano para restaurar su lesionada rodilla. La recaída de esta lesión es relativamente frecuente, aunque en la Prensa sólo suelen hablarse de las rápidas recuperaciones de los jugadores.
Desde hace mucho tiempo vengo diciendo que hay que ser cauto y no precipitarse en la reaparición, ya que el riesgo de volverse a romper suele ser frecuente, como acabamos de ver en estos dos casos. Y el riesgo de no quedar bien en una segunda operación es mayor que en la primera, por tratarse de una rodilla ya operada. López, el central del Atlético, tuvo que abandonar el fútbol, por una segunda operación del cruzado. Un jugador operado de este ligamento puede volver a los terrenos de juego a los seis o siete meses, pero para recuperar su nivel de juego debe pasar un año aproximadamente. Salvo raras excepciones. Seamos, pues, sensatos y no hablemos de recuperaciones milagrosas.
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